La parte musical de ambos «danzes» están a cargo de dos instrumentos inseparables, salterio y flauta (chiflo), que aparecen siempre emparejados entre sí. Yebra de Basa y Jaca en España son los únicos lugares que han conservado el uso de estos auténticos fósiles vivientes de la vieja tradición musical pirenáica.
En el lado francés del Bearn su uso ha sido bastante generalizado y últimamente revitalizado.
Es este un instrumento de percusión, en forma de caja alargada de unos 90 cm de longitud. Sujeto mediante una correa en bandolera, permite que el músico golpee mediante un batiente sus seis cuerdas con una mano, mientras que con la otra hace sonar las melodías con la flauta.
Las seis cuerdas son de tripa de cerdo y antes de llegar al clavijero situado en la parte superior mediante el cúal se afina el instrumento, pasan por unas grapas metálicas que produce las vibraciones de hierro características.
El salterio de Jaca del s. XVI o XVII, pertenece a la Real Cofradía de Santa Orosia, quien lo custodia en la Catedral, es el que sale en el «danze» de palos. Este es el ejemplar que ha servido de modelo para la realización de diversas copias, una de las cuales acompaña al «danze» de castañuelas.
Desde antiguo, aparece ya citado como el instrumento que acompaña de manera constante los «bayles» de Santa Orosia. Así vemos cómo en 1.731 se nos cuenta lo siguiente:
«Hubo en la fiesta dos psalterios con dos coros de danzantes, la diversidad de traxes tan estraños, tenían embobados a los forasteros y mas cuando veyan las chesas …» (Carta firmada por Fr. Joseph de 9-7-1931 y publicada en El Pirineo Aragonés núm. 2.046, 17-06-1922)
Chiflo, pito, silbato con cualquiera de estas definiciones se le denomina a lo que es la variante local de la flauta de tres agujeros, tan extendida en la zona norte peninsular y en otras de nuestro país e incluso fuera de él.
Las flautas que salen hoy en día con los «danzes» de Santa Orosia, son replica exacta de una antigua que fue vendida en 1965.
Tiene una longitud de 43 cm. con dos agujeros en la parte delantera inferior y un tercero para el pulgar en la posterior. Permiten que este instrumento sea tocado con una sola mano, mientras la otra al golpear el salterio facilita a la misma persona llevar la melodía y el ritmo.
Se construye en madera de boj, la embocadura es de asta y forrada toda ella con piel de culebra. Varias pueden ser las explicaciones de esto, quizás la más razonable sea la de mera protección del cuerpo de la flauta frente al riesgo de agrietamiento, aunque algunos le dan un carácter mágico y sexual.
Como decimos, la pareja formada por salterio y flauta constituyen un dúo inseparable.
Son de madera de boj, sus dimensiones son de 75 mm por 55 mm, talladas en sus caras exteriores con diversos adornos, se colocan en el dedo índice y cuelgan de ellas varias cintas de color granate de una longitud de 30 a 35 cm.
El uso de estos instrumentos por los danzantes, produce un acompañamiento rítmico y primitivo.
Son de madera de boj o de senera, ambos tienen una longitud de 55 a 60 cm. y de 25 a 30 mm. de diámetro, al igual que las castañuelas su sonido es fuerte y rítmico.
Para sujetar el palo a la mano del danzante, pasa un cordón de trencilla granate por un agujero de su empuñadura, adornado con una cinta en forma de clavel y cosidos a esta unos pequeños cascabeles.
Son elementos comunes a los dos «danzes». En el de palos están sujetos en la trencilla que sirve para sujetar fuertemente el palo y en las castañuelas están cosidos en los antebrazos de la chaquetilla y en las aberturas del calzón; son cuatro en cada lateral y cuatro también en las bocamangas; junto a los palos y castañuelas contribuyen a dar una sonoridad muy característica a estos «danzes».
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