Diario del Alto Aragón, 7 de septiembre de 2024
Fernando Estallo: “Hay que luchar para que la jota sea popular y se interprete en la plaza”
Ricardo Grasa
Fernando Estallo Nació en Jaca en 1957. Es uno de los fundadores del Grupo Folklórico “Alto Aragón”, forma parte de su sección de baile y ha sido presidente del grupo en varias épocas (ocupa el cargo desde 2019). Licenciado en Psicopedagogía, desarrolló toda su carrera como maestro (41 años) en el colegio Escuelas Pías de Jaca, siendo el primer director laico, durante 8 años (de 2007 a 2015). Pertenece a la cofradía jaquesa de la Flagelación y a la junta directiva del Casino Unión Jaquesa. |
El grupo se fundó en 1975. ¿Cómo le sienta ese casi medio siglo?
—Bien. Es un grupo asentado, que empezó con la ilusión de jóvenes que tenían entre 13 y 20 años. Fueron capaces de luchar para que avanzara y, a base de trabajo de los que se han ido incorporando, el grupo continúa en pie y con un prometedor futuro.
¿Cómo marcha el quinto disco?
—Está grabada la parte musical y estamos empezando a hacer el librillo que acompaña al cd, que será un elemento importante del 50º aniversario. Es un disco que tiene un hilo conductor muy interesante y sorprenderá. Va a gustar mucho y estará al menos a la altura de los otros cuatro.
¿Qué le aporta el folclore?
—Mucho. Soy uno de los fundadores del grupo y, mientras el cuerpo aguante, aquí estaré con ilusión y ganas de trabajar. Mi vida tiene tres patas: la familia, el trabajo (ahora, la jubilación) y la dedicación al folclore.
¿Cómo se define en una frase?
—Me considero una persona honesta, comprometida y trabajadora en los ámbitos donde me he movido.
¿Qué es lo que más aprecia en los demás?
—La sinceridad y la coherencia.
Un defecto que no soporta.
—La falta de puntualidad o de formalidad.
¿Qué es lo que más disfruta en su tiempo libre?
—Con la jubilación, cada momento, sabiendo que la agenda está muy ocupada al comprometerme con muchas cosas a la vez. Disfruto del tiempo que dedico al grupo, cosas de casa, ir de vacaciones en época no estival o tener más tiempo para dedicar a los demás.
Una pasión frustrada.
—Me hubiera gustado cantar bien. Cuando hay que cantar, colaboro cantando en grupo. Tengo envidia sana de los que saben cantar bien como solistas.
De todas las canciones de su grupo, ¿cuáles serían tus favoritas?
—Me encanta la jota de Ansó. Me gusta mucho la de Hecho. El bolero de Sallent me gusta interpretarlo. Cualquier danza del Sobrarbe disfruto bailándola, como el palotiau de Jaca, Lanuza, Sinués, Aragüés o Linás de Broto.
¿Qué supone el Festival Folklórico de los Pirineos?
—Cada dos años, una cita esperada. Desde la fundación del grupo, participamos en todas las ediciones. Nos esmeramos presentando al grupo con una buena imagen y haciendo algo distinto. Siempre es un reto. Es un festival de prestigio, reconocido a nivel internacional, donde nos gusta participar, hacerlo bien y más en casa.
De los viajes al extranjero, ¿cuál le dejó más huella?
—El grupo viajó a 20 países. En muchos estuve. Nos dejó una huella muy grande el festival de Taiwán en 1999 por lo exótico del país y su cultura. También te marca actuar en el Royal Albert Hall, de Londres. Es algo inolvidable de lo que pocos grupos españoles podrán presumir. Los pasacalles en Tokio o la medalla de oro del festival de Dijon (Francia) en 1998 son otros grandes recuerdos.
¿Cómo les recibe el público internacional?
—Al anunciar un grupo español, lo asocian con el flamenco. Lo primero es sorpresa. Luego, descubren un folclore distinto que aprecian y valoran. Nos sentimos muy satisfechos al promocionar el folclore de Aragón.
¿Quiénes son sus grandes héroes o heroínas?
—Personas que luchan por la paz y la igualdad, como Martin Luther King, Ghandi… Científicos que luchan para que el mundo progrese. Desde Ramón y Cajal hasta Einstein o Severo Ochoa. Y esos héroes anónimos que luchan por un mundo mejor.
Si hablamos de política, ¿se mojaría?
—Me gustaría que los políticos se olvidaran de egos, sillones, puertas giratorias… y se dedicaran a lograr la igualdad y que la sociedad avance.
Si pudiera rebobinar en su vida, ¿cambiaría algo?
—No. He sido feliz con quienes he tenido alrededor y he intentado que también lo fueran. Me gusta olvidar los malos momentos y me quedo con los agradables.
¿Qué desea ver en el futuro?
—Un mundo mejor, en paz, más solidario, y que el progreso llegue a todos.
En cuanto al grupo, ¿el futuro está asegurado?
—Sí. Una de las primeras iniciativas fue la escuela de folclore. Es importante difundirlo e intentar que todo el mundo sea capaz de interpretar los bailes de nuestro repertorio. A veces, la jota asusta y la gente se la imagina en un escenario o en televisión. Hay que luchar para que la jota sea algo popular y se pueda interpretar en la plaza. Ojalá todo el mundo tuviera unas mínimas aptitudes para bailar y disfrutar.